La presencia de un ciervo alado en nuestra etiqueta no es una elección casual ni fruto del azar.
El nuestro, al igual que el carácter de los animales que pueblan el Valle, es un espíritu indómito y muy apegado a la tierra. Para nosotros, el Valle es sinónimo de libertad y una elección que nos acerca al lugar en el que queremos estar. Amamos nuestra tierra, amamos nuestros campos y amamos estos parajes calizos que nos han visto nacer.
En Valdecuriel abrazamos la herencia vinícola recibida con orgullo para reafirmarnos en aquello que somos, una bodega situada en un enclave privilegiado entre los pueblos de Curiel y Pesquera.